Para empezar basta decir que es una obra entretenida y muy divertida, ideal para quienes disfrutan de la faceta más cómica y satírica de Mendoza (recordando el espíritu de su famoso detective sin nombre de El misterio de la cripta embrujada). o es
No es su obra maestra y no alcanza el nivel de genialidad de sus libros más emblemáticos, pero hay que resaltar que es una lectura segura y muy recomendable para pasar un buen rato y reírse con el caos y las situaciones surrealistas que rodean a la peculiar Organización.
Mendoza vuelve a sus señas de identidad que le han encumbrado:
La novela es una comedia de enredo o si se prefiere una parodia del género policial. El humor es brillante, a menudo absurdo y con un punto de incorrección política. Se hacen comentarios ácidos y divertidos sobre la sociedad actual y la burocracia.
Su prosa es inconfundible, escrita a la vieja usanza y con un rico vocabulario, ingeniosa e inteligente.
Barcelona La ciudad condal es otro personaje principal, y Mendoza aprovecha para describir cómo han evolucionado sus lugares más emblemáticos.